Glándulas anales en los perros - Apréndalo todo sobre ellas

Glándulas anales en perros

Todo lo que necesita saber sobre

Glándulas anales en perros

Glándulas anales en perros - Los perros son nuestros fieles compañeros, siempre dispuestos a jugar, corretear y darnos alegrías. Sin embargo, cuando se trata de algunos de los aspectos menos glamurosos del cuidado de nuestros peludos amigos, como el mantenimiento de las glándulas anales, a menudo dudamos en abordar el tema. Por incómodo que pueda parecer este tema, entender cómo funcionan las glándulas anales de un perro es esencial para mantener su salud y bienestar.

¿Qué son las glándulas anales y por qué son importantes?

Las glándulas anales, también conocidas como sacos anales, son dos pequeños sacos situados cerca del ano del perro, uno a cada lado. Estas glándulas producen una sustancia con un fuerte olor, utilizada principalmente para marcar el territorio y la comunicación entre perros. Cuando un perro defeca, las glándulas suelen vaciarse de forma natural, liberando este líquido oloroso, que contribuye a la identidad olfativa única de cada animal.

El olfato es una parte esencial del modo en que los perros se comunican con otros animales. ¿Se ha fijado alguna vez en que los perros suelen olisquearse el trasero cuando se encuentran? Esto se debe a que a través de estas secreciones pueden identificar diversos datos sobre el otro perro.

¿Por qué pueden causar problemas las glándulas anales?

Aunque el funcionamiento de las glándulas anales suele pasar desapercibido, pueden surgir problemas cuando no se vacían correctamente. Las glándulas pueden obstruirse o quedar obstruidas, lo que provoca importantes molestias al perro. Este problema puede agravarse si las glándulas se infectan, dando lugar a dolorosos abscesos.

Los perros con problemas en las glándulas anales suelen mostrar signos evidentes de incomodidad. Arrastrar las nalgas por el suelo (también conocido como scooting), lamerse o morderse la zona anal, inquietud e incluso un olor desagradable persistente pueden ser indicativos de glándulas anales inflamadas o impactadas. En estos casos, puede ser necesaria una intervención inmediata para evitar complicaciones más graves.

Glándulas anales en perros
Glándulas anales en perros

¿Cuáles son las causas de los problemas de las glándulas anales?

Hay varios factores que pueden contribuir a los problemas de las glándulas anales de un perro. Algunas de las causas más comunes incluyen:

  1. Heces blandas o diarrea crónica: Cuando un perro no produce heces firmes, es posible que no se produzca la presión necesaria para vaciar las glándulas de forma natural. Esto provoca retención de líquidos, lo que aumenta las posibilidades de inflamación o infección.
  2. Predisposición genética: Algunas razas, como los Cocker Spaniel y los Caniche, parecen ser más propensas a desarrollar problemas de glándulas anales. Aunque cualquier perro puede sufrir este problema, estas razas parecen tener una mayor incidencia de complicaciones.
  3. Obesidad: El sobrepeso puede ejercer una presión adicional sobre las glándulas anales, dificultando el proceso natural de vaciado durante la defecación.
  4. Alergias: Los perros con alergias alimentarias o ambientales pueden desarrollar inflamación de la piel y las glándulas anales, lo que provoca problemas de vaciado.

¿Cómo prevenir los problemas de las glándulas anales?

Una dieta equilibrada rica en fibra puede ayudar a prevenir los problemas de las glándulas anales al favorecer la formación de heces firmes y sanas. Los perros que comen alimentos de buena calidad, adaptados a sus necesidades nutricionales, tienen menos probabilidades de desarrollar problemas de glándulas anales. La fibra ayuda a formar heces voluminosas que, al pasar por el ano, ayudan a vaciar las glándulas de forma natural.

Mantener el peso adecuado también es crucial. La obesidad puede predisponer al perro a una serie de problemas de salud, incluidos los relacionados con las glándulas anales. El ejercicio regular, combinado con una dieta sana, es esencial para garantizar que su perro mantenga un peso y una salud saludables.

¿Cómo sé si mi perro necesita ayuda?

Los signos de que un perro tiene problemas en las glándulas anales son relativamente fáciles de detectar, pero pueden confundirse con otros problemas de salud. He aquí algunos signos comunes que indican que es hora de prestar atención:

  • Scooting: Como ya se ha mencionado, cuando un perro arrastra con frecuencia el trasero por el suelo, puede estar intentando aliviar la presión sobre las glándulas anales.
  • Lamerse o morderse excesivamente la zona anal: Este comportamiento suele indicar que el perro está intentando hacer frente a un malestar o a un dolor.
  • Olor fuerte y desagradable: Si percibe un olor persistente procedente de su perro, especialmente alrededor de la zona anal, podría ser un signo de que las glándulas anales están llenas o infectadas.
  • Dificultad para defecar o deposiciones incoherentes: Los problemas con las glándulas anales pueden causar dolor al defecar, lo que provoca cambios en el comportamiento del perro cuando va al baño.

¿Qué hacer cuando las glándulas anales están impactadas?

Si observas alguno de estos signos en tu perro, el primer paso es llevarlo al veterinario. El veterinario puede realizar una inspección minuciosa de las glándulas anales y, si es necesario, vaciarlas manualmente. Aunque algunas personas prefieren intentarlo en casa, siempre se recomienda que el procedimiento lo lleve a cabo un profesional cualificado para evitar lesiones o infecciones.

En casos de infecciones más graves, el veterinario puede recetar antibióticos para combatir la infección y recomendar cuidados adicionales, como compresas calientes para aliviar el dolor.

Limpieza y mantenimiento de las glándulas anales: ¿es necesario hacerlo con regularidad?

La necesidad de vaciar manualmente las glándulas anales varía de un perro a otro. Muchos perros nunca necesitarán ayuda, mientras que otros pueden requerir cuidados regulares, sobre todo si son propensos a sufrir problemas crónicos de glándulas anales.

Si el veterinario recomienda una limpieza periódica, puede enseñarle la forma correcta de llevarla a cabo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el vaciado manual frecuente de las glándulas anales puede no ser necesario para la mayoría de los perros y, en algunos casos, puede incluso causar más irritación que bien. Por ello, siempre es mejor consultar al veterinario antes de adoptar esta práctica.

Asistencia a domicilio: ¿qué puedo hacer?

Además de mantener una dieta adecuada y asegurarse de que su perro hace ejercicio con regularidad, existen otras medidas que pueden ayudar a prevenir los problemas de las glándulas anales:

  • Ofrezca tentempiés ricos en fibra: Existen varias golosinas en el mercado que pueden ayudar a aumentar la ingesta de fibra de su perro, favoreciendo unas heces más firmes y sanas.
  • Hidratante: Asegúrese de que su perro esté siempre bien hidratado. Una ingesta adecuada de agua favorece la digestión y la formación de heces normales.
  • Controlar el comportamiento: Vigila siempre el comportamiento de tu perro, sobre todo en la zona anal. Si observas algo inusual, como un lamido excesivo o mal olor, llévalo al veterinario para que lo evalúe.
Glándulas anales en perros
Glándulas anales en perros

¿Cuándo es necesaria una intervención quirúrgica?

En raras ocasiones, los perros que padecen problemas crónicos de glándulas anales pueden requerir cirugía para extirparlas. Suele considerarse la última opción cuando todos los demás tratamientos han fracasado y la calidad de vida del perro se ve comprometida. La cirugía, aunque eficaz, no está exenta de riesgos, y el veterinario analizará las ventajas e inconvenientes de este procedimiento antes de recomendarlo.

Conclusión - Glándulas anales en perros

Conocer las glándulas anales de un perro y su función es una parte esencial del cuidado de nuestros peludos amigos. Aunque es un tema del que no siempre nos gusta hablar, prestar atención a los signos de malestar y actuar con rapidez puede evitar que pequeños problemas se conviertan en complicaciones mayores.

Recuerda que mantener una dieta equilibrada, fomentar el ejercicio regular y vigilar el comportamiento de tu perro son medidas fundamentales para evitar problemas en las glándulas anales. Y, por supuesto, al menor indicio de problema, no dudes en acudir al veterinario. Al fin y al cabo, la salud de tu perro está directamente relacionada con tu felicidad.

 

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