Metastrongilosis en cerdos (Metastrongylus spp.)

Metastrongilosis en cerdos

Estrongiloidiasis y metastrongilosis en cerdos: las parasitosis en el punto de mira

La porcicultura es una actividad de gran importancia económica en muchas partes del mundo. Sin embargo, como en cualquier sistema de producción animal, los porcicultores se enfrentan a retos relacionados con la sanidad animal, siendo los parásitos una de las principales preocupaciones. Entre las enfermedades parasitarias, merecen destacarse la estrongiloidiasis y la metastrongilosis, ya que afectan directamente a la productividad, el bienestar y, en consecuencia, la rentabilidad de la explotación. En este artículo exploraremos estos dos parásitos, examinando sus características, repercusiones y estrategias de control.

¿Qué son la estrongiloidiasis y la metastrongilosis?

Estas dos enfermedades están causadas por gusanos nematodos que afectan al tracto gastrointestinal y a los pulmones de los cerdos, respectivamente. La estrongiloidiasis está causada por el parásito Strongyloides ransomimientras que la metastrongilosis es el resultado de una infección por Metastrongylus spp.. Ambas parasitosis tienen ciclos vitales complejos y, si no se controlan, pueden provocar pérdidas considerables en la cría de cerdos.

Estrongiloidiasis porcina

La estrongiloidiasis es una de las parasitosis más frecuentes en los cerdos jóvenes. Está causada por Strongyloides ransomiEl parásito tiene un ciclo de vida directo y su transmisión se produce principalmente por ingestión de larvas infectantes presentes en el medio ambiente o por contacto directo con heces contaminadas. Otra forma importante de transmisión es la vía transmamaria, en la que las larvas pasan de la madre a los lechones durante la lactancia.

Una vez ingeridas, las larvas migran por el tracto gastrointestinal, llegan a los pulmones y luego al intestino delgado, donde se convierten en gusanos adultos. Estos gusanos se adhieren a la mucosa intestinal, causando daños en el tejido y provocando síntomas como diarrea grave, pérdida de peso, retraso del crecimiento y, en los casos más graves, la muerte de los animales, especialmente de los lechones.

La estrongiloidiasis tiene un impacto significativo en la cría de cerdos, ya que los animales jóvenes son muy susceptibles. Además del perjuicio económico causado por el aumento de la mortalidad, también se produce una reducción de la eficiencia alimentaria y del aumento de peso en los cerdos infectados.

Metastrongilosis en cerdos
Metastrongilosis en cerdos

Metastrongilosis porcina

La metastrongilosis, por su parte, está causada por parásitos del género Metastrongylusespecialmente Metastrongylus apri, Metastrongylus pudendotectus e Metastrongylus salmi. A diferencia de la estrongiloidiasis, la metastrongilosis tiene un ciclo de vida indirecto, en el que intervienen huéspedes intermediarios como las lombrices de tierra, que albergan las larvas infectantes. Los cerdos se infectan cuando ingieren estos gusanos durante el pastoreo o cuando excavan en el suelo.

Las larvas de Metastrongylus Migran a través del tracto gastrointestinal hasta los pulmones, donde se convierten en gusanos adultos en los bronquios y bronquiolos de los cerdos. Los síntomas más frecuentes son tos crónica, dificultad respiratoria (disnea) y pérdida de apetito. En casos graves, la infección puede derivar en neumonía, lo que provoca considerables pérdidas de producción.

La metastrongilosis afecta principalmente a los cerdos criados en sistemas al aire libre o en entornos con acceso al suelo, ya que depende de la presencia de hospedadores intermediarios para completar su ciclo. Con la creciente tendencia hacia sistemas de cría más naturales, en los que los cerdos tienen acceso a los pastos, esta parasitosis se ha convertido en una preocupación cada vez mayor.

Repercusiones en la producción y el bienestar de los animales

Infecciones con Strongyloides e Metastrongylus no sólo ponen en peligro la salud de los cerdos, sino también el bienestar de los animales. Las molestias generadas por las lesiones intestinales y pulmonares pueden reducir la calidad de vida de los animales, además de aumentar el estrés, lo que agrava otras condiciones sanitarias. En el contexto de la producción, esto se traduce en una menor eficiencia de conversión del alimento, tiempos de sacrificio más largos, mayores costes de tratamiento y, en casos extremos, una elevada mortalidad.

Además de las repercusiones económicas directas, también existen problemas de bioseguridad. Los animales enfermos son fuentes potenciales de contaminación para todo el rebaño, y un control parasitario inadecuado puede provocar la propagación de parásitos entre distintos rebaños e incluso a otras explotaciones.

Diagnóstico y sintomatología

El diagnóstico de la estrongiloidiasis y la metastrongilosis en cerdos implica una combinación de análisis clínicos y pruebas de laboratorio. En el caso de la estrongiloidiasis, síntomas como diarrea en lechones jóvenes, debilidad general y retraso del crecimiento son indicativos de la presencia del parásito. Las pruebas fecales (coproparasitológicas) se utilizan para detectar las larvas de Strongyloides ransomiconfirmando la infección.

En el caso de la metastrongilosis, el síntoma principal es una tos persistente, acompañada de dificultad respiratoria. El diagnóstico definitivo puede hacerse analizando las heces, identificando las larvas de Metastrongylus spp.o por necropsia, donde los gusanos adultos se encuentran en los pulmones.

Metastrongilosis en cerdos
Metastrongilosis en cerdos

Control y Prevención

El control de estos parásitos requiere un enfoque integrado que combine medidas de gestión, el uso de fármacos antiparasitarios y prácticas de bioseguridad.

  1. Higiene y gestión medioambientalMantener las instalaciones limpias y secas es esencial para reducir la carga de parásitos en el entorno. En el caso de la estrongiloidiasis, como las larvas se propagan a través de las heces, la retirada frecuente del estiércol y la desinfección de las instalaciones contribuyen a minimizar el riesgo de reinfección.
  2. Control de los huéspedes intermediosPara prevenir la metastrongilosis, es importante limitar el acceso de los cerdos a zonas con alta densidad de lombrices. La rotación de los pastos y una gestión adecuada del suelo pueden ayudar a reducir la exposición de los animales a estos parásitos.
  3. Uso estratégico de los antiparasitariosLa administración de fármacos antiparasitarios eficaces es una práctica habitual para controlar estas enfermedades. Fármacos como la ivermectina se utilizan ampliamente tanto para la estrongiloidiasis como para la metastrongilosis, y su administración se recomienda en momentos específicos del ciclo productivo.
  4. BioseguridadLa aplicación de estrictas medidas de bioseguridad, como el control del acceso y la cuarentena de nuevos animales, puede evitar la introducción de parásitos en la explotación. Además, la vigilancia periódica de la salud del rebaño es esencial para la detección precoz de infecciones y la adopción de medidas correctoras inmediatas.
  5. Educación y formación de los productoresLa formación de porcicultores y trabajadores es esencial para garantizar que las prácticas de gestión se aplican correctamente. El conocimiento de los ciclos vitales de los parásitos, de los signos clínicos y de las mejores estrategias de prevención permite actuar de forma proactiva para controlar las parasitosis.

Reflexiones finales - Metastrongilosis en cerdos

La estrongiloidiasis y la metastrongilosis del ganado porcino constituyen importantes retos para la porcinocultura, por lo que su control requiere un planteamiento integrado. Además del impacto directo sobre la productividad y el bienestar animal, estos parásitos también suponen una amenaza para la sostenibilidad del sistema de producción, especialmente en las explotaciones con acceso al suelo. La adopción de buenas prácticas de manejo, junto con el uso concienzudo de antiparasitarios y la monitorización continua, son las claves para minimizar los daños causados por estas infecciones.

Por último, es importante subrayar que la lucha contra estos parásitos debe considerarse una acción colectiva. Productores, veterinarios e investigadores deben trabajar juntos para desarrollar soluciones cada vez más eficaces que garanticen la salud de los animales y la viabilidad económica de la producción. De esta forma, la porcicultura podrá seguir evolucionando, satisfaciendo la creciente demanda de proteína animal de calidad sin comprometer el bienestar animal ni la sostenibilidad del sistema.

 

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